porque el barco no se hundio y mi corazón, no dice basta ♫

Tenía hambre, esa mañana se había levantado haabiendo soñado con que comía pastas en familia y ahora la rubia Scott estaba intentando cocinar ravioles sin quemar nada, Caroline era la experta en eso, pero no iba a molestar a su hermana a tan tempranas horas para que le cocine.

Tararea distraída mientras prepara una rica salsa blanca para ponerle encima hasta que su movil suena en la mesa, mira quien es y salta de alegría antes de atender.


- Matthew!!! - Exclama contenta, casi perforandole los tímpanos a su hermano mayor, camina hablando con él, preguntandole como está todo con su "nueva novia". Luego del encontronazo con la rubia exnovia de su hermano esperaba que ésta fuera mejor.

James Sirius había pasado la noche casi en vela, perseguido por pesadillas mientras dormía. Su mejor amigo ya había aceptado la relación que él lelvaba con su hermana menor -tarde pero seguro- El castaño Hale había recibido noticias sobre Artemisa y Sirius desde Inglaterra esa misma noche, noticias que lo habían dejado semi helado. Artemisa se casaba.

Él era bastante celoso de su joven madrina y ya le había asegurado a Chad que el hacer mal a Artemisa significaba una castración seguro. Más porque Matthew y Sirius cooperarían. El muchacho entró en la cocina, era hora de un café con leche, no de pastas. Miró extrañado a ashee, oyendo parte de su charla con Matthew mientras jugaba a hacer malabares con unas manzanas que había tomado de la frutera.

- Enviale mis saludos al chucho ese, linda..- le dejó un sonoro beso en la mejilla a su princesa al tiempo que gritaba un saludo para Matthew en el teléfono. Si Ashley no lo había dejado sordo ya, él si.

Su hermano le estaba contando de Jake y sus baboseadas de padre mientras ella no dejaba de dar vueltas por la cocina, inquieta.

- Si, es él, y no me estáa tocando.. ¡¡Matthew!! - chilla nuevamente sonrrojada ante lo que le dice su hermano, le sonrie a su nastaño cuando se acerca.

Deja las frutas con las que jugaba en sus manos al oir la queja de Matthew al otro lado del movil, lejos de ellos.. muy lejos como para castrarlo sin que él antes le de un buen uso a su amigo. Sonríe de lado de manera traviesa y desafiante como si su mejor amigo estuviera frente a él. Abraza posesiva y cariñosamente a su novia por la cintura, dejando millones de besos sopapa en su cuello.

- Mentira, si la estoy tocando, chucho..- vuelve a gritarle en el tubo, amaba joderle las pelotas a Matthew, solo porque era un jodido cabrón.

Ellos ya llevaban tres meses saliendo, y él se comportaba como un lord con Ashley. Ella no era una más del montón con la que podía acostarse sino la única con la que quería acostarse. Aunque eso aún no hubiera sucedido entre ellos.

Se sinrie ladeada cuando su James Sirius la mima así dejando de hablar con su hermano hasta que lo escucha - No vendrás, tienes que cuidar de Jacob.. aham, sse portará bien.. lo prometo.. - murmura, mirando de reojo a su novio, le sonrie. - Si Matt.. le diré.. - suspira y corta, realmente su hermano se comportaba como un tremendo perro cabrón cuando quería, aún ella se preguntaba si el apodo que le había puesto su hermana pequeña no era realmente una cruda verdad.

- Claro, yo la cuido.. descuida perro..- le dijo ella mientras le sonreía ampliamente a su novia, dejando que en sus mejillas se marcásen esos hoyuelos que ella tanto adoraba- Te amo, pequeña..- le susurró eél cuando Matthew por fin dejó de joder por teléfono.

Se escuchó un gruñido cuando ella dejó su movil en la mesa, Matt no había cortado, se rie suamente tocando sus mejillas cuando él rie, deja dos besos en cada uno de los hoyuelos que a él se le forman.

- Oh si ashee, así, así nena..- gritó con fuerza, habiendo oido a Matthew en en teléfono aún.

¿Es que él no podía simplemente irse a follar con Milerna y dejarlos a ellos en paz? él se acercó más al teléfono para poder gemir para que Matthew lo oyera y terminara de morir de un duisgusto. Tenía una sonrisa inocente en los labios, para que su novia no lo matase por eso.

Lo mira alzando una ceja, vuelve con sus pastas, necesita de alguna forma calmar sus nervios.

- Tambien te quiero amigo, nos vemos..- le dice, cortándole a Matthew por fin. Vuelve a tomar sus frutas para seguir jugando por la cocina mientras ashee cocina.

Camina como torba por la cocina, buscando más y más condimentos para su salsa, ya se le había ido el hambre, solo necesitaba cocinar, aunque aquello ya estaba quedando incomible.

Matthew no debía ir allí ahora, no hasta que todo aquel lío se resuelva, mira de reojo a su novio, había buscado en google y nada.

Si Ashley no le decía él no iba a adivinar que es lo que le pasaba, James Sirius sabía que algo la traía así de inquieta pero no iba a rogarle, nunca lo hacia y no comenzaría hoy, cuando ella decidiera confiarlo en él. ÉL simplemente la apoyaría, como siempre.

Deja la sartén en la cocina y camina hacia él, lo abraza por detrás apoyando su frente en su espalda.

Dejó las frutas en la mesada y apretó sus manos en las suyas. Definitivamente, allí había rubia sexy encerrada. Él permaneció en silencio sin decir nada, esperando que ella le comentara por fin que es lo que la traía así.

- Mi hermano no quiere verme.. - susurra sintiendo eras manos, tan cálidas, se aferra a él apretando los ojos, ella no podía ser tan fría con aquello como lo estabaa siendo Caroline.

- Seguro es porque se hizo algún estúpido corte nuevo de cabello y le quedó mal.. ya se le pasará cuando el cabello le crezca de nuevo linda..- la animó él, volteándo para poder abrazarla de frente.

Y si Matthew no cedía y seguía haciendole mal a Ashley él mismo le cortaba las pelotas y se las daba de postre a Koda.

Niega mientras él le habla, apoyando su rostro en su pecho. - Matthie no.. - murmura levantando la mirada para verlo - Se llama Julien.. - le dice puchereando ya.

Momento. Caroline, Matthew, Faith y Ashley. Caroline, Matthew, Faith y Ashley. Caroline, Matthew, Faith y Ashley. Nou, ahí no había ningún Julien. James Sirius alzó una ceja, mirando a su princesa. Él no quería que ella llorase, porque era muy posible que él comenzara a hacer pucheros tambien.

- ¿Segura quieres hablarme de esto?- le preguntó tomandola por la cintura mientras los sentaba a ambos en el piso y a ella en su regazo.

No lo sabe, realmente aquello era muy reciente, asiente dejandose sentar en él, abrazando su cintura con suavidad.

- Tranquila nena, voy a acompañarte en esto..- le promete, olvidando las pastas y su super salsa. Él solo quiere la tranquilidad para su pequeña rubia.

- Caroline lo conoce, quiero verlo.. - murmura, terca y eotunda, pero extremadamente sincera.

Asiente, él iba a ayudarla a que pudiera encontrarlo y verlo. Ella lo merecía. Además de que no podía negar que el echo de que hubiera otro Scott hombre más le generaba mucha intriga. Quizás solo Matthew estuviera mal de fabrica y por eso fuera tan cabrón o quizás era un mal de familia.

- Matt no.. no lo sabe.. - murmura, tomando su mano entre las suyas.

Eso no era bueno, y a las tres Scott les cnvenía hablar con él antes de que pasara mucho tiempo más. Sabía bien de los berrinches de su amigo y eso no era algo divertido de ver.

- Todo estara bien, te lo aseguro.. hablaremos con Matthew..- él no iba a dejarla sola en eso.

- Tengo un hermano.. más mayor amor.. - sonrie nerviosa, mimando su mano.